A finales de los años 90,
al igual que en muchos países del mundo, se desató en España la fiebre del oro
del siglo XXI, es decir, el famoso “Boom tecnológico”. Eran tiempos de bonanza
económica que, bajo la euforia de la creación de nuevas empresas puntocom y
startups, se vivían con ritmos frenéticos. Y estos ritmos hacían que
hasta los más cautos y prudentes se contagiasen del momento eufórico que se
vivía. En esta época, algunos bancos pagaron sumas desorbitadas por proyectos
personales cuyo mayor capital era la expectativa creada, sin más. Recuerdo que
un portal creado por una nueva operadora de telecomunicaciones fue comprado por
lo que hoy supondrían 545 millones de Euros. Y lo mejor del caso es que
prácticamente no vendían productos o servicios, salvo un poco de publicidad,
pero me refiero a que su facturación era relativamente pequeña.
Entonces,
¿Cuál fue su valor en la compra? La expectativa creada. En concreto, el número
de usuarios registrados (que ciertamente eran muchos), el supuesto valor de la
marca y la
notoriedad. Como responsable de la dirección general de
areapc.com, coincidiendo en el tiempo con este momento loco, viví muy de cerca
este tipo de operaciones. Fue una época en la que todos aprendimos mucho.
Aprendimos a hacer las cosas mejor y sobre todo a cono no deberíamos hacer
algunas.
Dedicábamos más de 10
horas diarias al trabajo pero el día se pasaba volando. El dinamismo que
teníamos en la empresa era brutal. Y por si fuera poco, por la tarde noche
colaborábamos con Institutos de formación impartiendo masters de negocio
electrónico. Y en uno de estos Master organizado por el Instituto Superior de
Formación de Empresas ISFE, conocí como alumno a José Rodríguez.
José
era un alumno muy aplicado y con una actitud fenomenal. Además, me preguntaba
las dudas que tenía siempre que lo consideraba oportuno, sin miramientos, y
tengo que decir que esto es una cualidad. En estos años, nuestro proyecto
areapc.com experimentaba crecimientos anuales del 200%, y vivíamos en un
auténtico “caos organizado”.
En
la campaña de navidad de este mismo año decidimos trabajar como dos meses antes
de las fechas consideradas como fuertes, con el fin de posicionar mejor
nuestros productos de informática. Para ello, necesitábamos becarios de forma
temporal y con algo de conocimiento en marketing online. Y me acordé de José Rodríguez.
En el Master, José demostró que los conocimientos que tenía en el área de
marketing y posicionamiento eran buenos, por lo que lo llamamos y accedió a
trabajar de becario en areapc.com.
Después
de unos meses de hacer un trabajo sobresaliente, contratamos a José y lo
incorporamos como recurso en el departamento de marketing de manera indefinida.
Después
de unos años de duro trabajo, cambié mi trayectoria profesional y me embarqué
en otros proyectos relacionados con el negocio electrónico, pero fuera de
areapc.com, y por tanto perdí la pista de José Rodríguez.
Hasta que un día, me
enteré que la empresa se vendió al grupo británico Dixon (propietarios de la cadena PC City ) y
que la mayoría de los directivos (en estas fechas José era el Director de
Marketing de areapc.com) dejaron la empresa. Y un buen día me encontré con él en el
Centro de empresas de Innovación del Parque Tecnológico de Miñano, situado en
la provincia de Álava, muy cerca de Vitoria-Gasteiz, la capital de la
provincia.
Nos
saludamos y me informó que estaban trabajando en crear una empresa de comercio
electrónico, cuya actividad principal era la de distribución de material
deportivo relacionado con el fitness. Le desee suerte y nos intercambiamos los
teléfonos y correos electrónicos para seguir manteniendo el contacto. Un año
más tarde lo volví a ver y me contó que estaba entusiasmado porque la crisis,
que ya comenzaba a asomarse en España, le estaba ralentizando la consecución de
sus objetivos, pero que él ya había encontrado la solución: Internacionalizar
su negocio.
¿Cómo
lo hicieron? José y su equipo contrataron a operadoras del Call Center que
hablaban varios idiomas y diseñaron un proceso de logística integral
internacional, de manera que la mayoría de los países (salvo alguna excepción)
se gestionarían desde España.
Tres
años más tarde de aquel encuentro, aquel proyecto del que José me hablaba,
emplea a 27 personas de diferentes nacionalidades en su plantilla, vende sus
productos en 25 países, posee la mayor variedad de productos relacionados con
el fitness de Europa y es una referencia en servicio de atención al cliente con
más de 176.000 clientes satisfechos.
Fitnessdigital.com
solo vende sus productos a través de Internet, y tiene unos Ingresos anuales de
12 millones de euros y desde hace 5 años, todos los años ha crecido tanto en
facturación como en beneficios. Tengamos en cuenta que los productos
informáticos de areapc.com no tenían nada que ver con los productos de fitness,
de manera que no existía un grado importante de experiencia adquirida en el
negocio anterior, por lo menos en cuanto a producto, pero José tenía otras
experiencias muy válidas y una gran actitud.
Estaba
dispuesto a mejorar y a obtener la aptitud necesaria, solo necesitaba un poco
de tiempo, trabajo y entrenamiento. Estoy convencido de que, si el negocio que
hubiese elegido José habrían sido los tornillos o la ferretería, en vez de los
productos de fitness, el resultado también habría genial, porque este exbecario
siempre tuvo la actitud y la ilusión por tener un negocio propio de e-commerce.
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